miércoles, 10 de septiembre de 2008

Conoce algo sobre el...

El Cuento

La literatura infantil, fuente de inagotable belleza, encierra no sólo la poesía, la rima, los trabalenguas, las canciones, fábulas o leyendas, sino también el cuento como uno de los más maravillosos géneros que desde épocas remotas ha sumergido a niños, niñas, jóvenes y adultos en el mundo de la fantasía, la imaginación y lo irreal al escuchar o leer las palabras, mágicas: Había una vez...

De allí, que numerosos autores se hayan dado a la tarea de estudiar, investigar y definir el cuento por ser uno de los géneros más importantes en la literatura infantil. Así se tiene, que para Jaen (citado por Subero1987) el cuento “es una creación literaria de carácter dramático, de forma narrativa, descriptiva y dialogada, escrita generalmente en prosa y de breve extensión” (p. 514)

Esta definición se corrobora con la de Montovani (1993), quien expresa que “el cuento para niños es la narración sencilla de un hecho real o imaginario” (p. 31). Es decir, un breve relato o narración de sucesos o acontecimientos reales o ficticios que tienen como finalidad, entre otros aspectos, captar la atención del lector.

De manera más precisa, se llamará cuento a un relato breve, esencial e intenso, en el que se narra una experiencia singular que termina imprevisiblemente y proporciona según Medina (2004), un alto grado de intensidad afectiva en la variedad de argumentos y personajes, riquezas de vocabulario que ofrece y recursos de estilo propio del autor. Además, genera a través de la trama, imágenes sensoriales mediante el poder evocativo de las palabras, las cuales para su significado textual y emocional provocan efectos determinados de identificación entre el cuento y el mundo interior del lector o escucha.

Es entonces que el cuento son palabras mágicas que abren las puertas de la imaginación en la ruta hacia los sueños más hermosos de la niñez, así como también de aquellas historias, cuentos, retahílas, poesías, trabalenguas, surgidos en un momento dado, de la imaginación autónoma y conciente del docente mediador, adulto significativo o simplemente de la creación innata del mismo niño y niña.